Sobre los beneficios de las especias para nuestro organismo ya hemos hablado mucho, pero durante un periodo tan crítico como la lactancia, ¿qué especias debemos evitar?.
Especias y lactancia
Aprovechando que la semana del 1 al 7 de Agosto es la Semana Mundial de la Lactancia Materna (World Breastfeeding Week – WFW), queremos dedicar un artículo a comentar el impacto o incidencia que las especias pudieran tener durante la lactancia, sin duda una de las etapas más importantes de todo niño.
Sin duda, todo lo que comemos afecta al sabor de la leche materna, y las especias por sus muchas veces intensos aromas, son más susceptibles de alterar el sabor de la leche materna. Pero como siempre nos gusta decir, la mejor solución suele ser aplicar el sentido común y evitar caer en alarmismos innecesarios.
Pensemos que en paises como la India, México, Etiopía, etc. donde el uso de las especias y en especial del picante es prácticamente una religión, pocas son las madres que se preguntan si deben o no evitar el picante, puesto que no perciben ningún riesgo o peligro en consumir algo tan cotidiano y que consumen tanto niños como adultos. Por lo tanto, las madres lactantes en estos paises continuan consumiendo picante, como podemos hacer con cualquier otro alimento.
Es decir, si estamos acostumbrados a comer un tipo de alimento, aunque sean ajos, nuestro bebé habrá ido conociendo dicho sabor a través de la placenta, y luego a través de la leche, por lo que no le resultará un olor o sabor desconocido, sino familiar. De hecho, la mejor forma de asegurarse que un bebé coma fruta es que la madre coma mucha fruta durante el embarazo y la lactancia.
Respecto a la madurez o no del estómago de los bebés para digerir o tolerar ciertos alimentos, precisamente al amamantarlos estamos pasándoles nuestra flora intestinal, ayudando a dicha maduración. En general, un bebé cuya madre consuma de manera habitual picante, estará más o menos preparado para comerlos mientras que a tu bebés, el picante, le puede llegar a producir dolor de estómago, diarrea e incluso vómitos.
Ojo con la menta y la salvia
Dentro del mundo de las especias e hierbas, deberéis tener cuidado tanto con la salvia como con la menta, ya que al parecer interfieren con la producción de leche (pero sin alarmismos, una infusión ocasional tampoco debería ser un problema). Y por supuesto, precaución con todos aquellos productos de herbolario como esencias, aceites o píldoras, especialmente cuando se consuman con fines terapéuticos. En tal caso, mejor consultar siempre con el médico.
Y otra vez, y nos cansaremos nunca de repetirlo, sentido común. Si un alimento, el que sea, creemos que produce rechazo o gases o cualquier otro síntoma no deseado en nuestro hijo, obviamente deberemos limitar o incluso eliminar su ingesta. Pero lo más importante para una buena lactancia, tomárselo con calma, muy relajadamente y disfrutad al máximo de esos momentos de intimidad con vuestros pequeños, que leche como la vuestra, ¡¡no hay otra igual!!.